28
de abril del 2013
“El recuerdo del dolor”
El 14 de mayo del
2011 nunca se me olvidara en mi vida, ya casi pasan dos años y sigue siendo
triste y doloroso, ese día me
encontraba jugando la final de futbol rápido con mi escuela (un partido muy
reñido), donde un mal paso que di, se convirtió primero en un momento de dolor y posteriormente en un largo e inimaginable, imborrable
recuerdo.
El día de ayer sábado
27 de abril del 2013 a casi dos años de
mi lesión, al estar jugando en la ciudad de Amayuca cerca de Cuautla Morelos,
no me sentía del todo bien porque no jugaba con aquella seguridad que debería de
tener ya que percibía molestias en mi
rodilla provocadas por el mal estado físico de la cancha. Eso era el aviso de
la tragedia que se aventuraba.
Al jugar presentía
que algo iba a suceder pero yo sentía que era a mí a quien le sucedería, era un
partido muy duro, hacía mucho calor, la cancha estaba en muy mal estado, todo
estaba perfecto para que yo me lastimara,
eso me provocaba una gran inquietud y no me permitía jugar como siempre lo
hago, dando todo y alentando a mis compañeros. Los compañeros de mi equipo con quienes he jugado casi tres años, los
siento como mis hermanos, nos apoyamos, nos alentamos mutuamente, nos regañamos
y sobretodo nos cuidamos y protegemos. En ocasiones hemos llegado a tener tarjetas
de amonestación o de expulsión por no permitir que un golpe o una mala acción de
nuestros contrarios pase desapercibida o quede impune.
El partido seguía su
curso, íbamos ganando faltaba poco tiempo para que terminara el partido, pero
mi inquietud iba en aumento, junto con
mi nerviosismo. Yo solo esperaba
escuchar el silbato del árbitro que no solo anunciaría el final del partido,
sino que también el final de mi angustia. De pronto en una jugada próxima a la
de los contrarios veo a Tony que se
desplomaba después de una jugada en la que intentaba anotar un gol a nuestros
contrarios. Cuando lo vi en el suelo tomándose la rodilla, sentí como si alguien
me golpeara en el estomago. Se había lesionado su rodilla.
Todos los
sentimientos y augurios que estuve percibiendo a lo largo de todo el partido que me iba a lastimar nunca paso por mi mente
que pudiera estarlo sintiendo por alguno de mis compañeros, al ver su dolor recordé
y sentí lo que hace dos años pase y de solo pensar en ello, vi el largo camino
que iba a tener que recorrer Tony y que en esos momentos el seguramente pensaba
que ya no podría volver a jugar, algo que yo en muchas ocasiones llegue a
pensar.
Ahora pienso que mi
deber es estar apoyándolo, alentándolo y
que no se encuentra solo en estos momentos.
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